Las barcas de Pit y Pot se cruzan y, sus dueños, se empiezan a llevar tan bien que deciden hacer el resto del viaje juntos. Lo que no esperaban es que un gran enredo negro, llamado Mal Humor, se cruzarse en su camino. ¿Serán capaces de resolver este pequeño problema?
Un libro muy corto, pero también muy bueno que refleja una situación muy cotidiana. Una metáfora en la que las barcas de Pit y de Pot son el propio rumbo que llevamos nosotros en nuestras vidas y en el que todos nos encontramos a compañeros con los que pasaremos muy bueno momentos pero también discutiremos.
Este cuento trata la amistad y la resolución de conflictos de una manera muy visible para los niños pequeños. El mal humor, o el problema entre los dos amigos, aparece representado por un hilo negro lleno de enredos gigante. De este modo busca representar que cuando nos enfadamos con alguien salen todos aquellos pequeños problemas y cosas que no se van diciendo al otro y estos, sumados a otro gesto o acción que nos desagrade genera mal humor. Con este mal humor todo lo que hace el otro nos parece malo y la bola de hilo no se empieza a deshacer hasta que ambos deciden empezar a tirar de la puntita del hilo poco a poco, contándose así todo lo que ha pasado, comparando puntos de vista...
Con temas tan cercanos y cotidianos, no puede, por supuesto, para de trabajar las emociones.
Me gusta mucho el libro por su simpleza, unos dibujos que con muy poco dicen muchísimo, nada estereotipados ya que cada uno puede interpretar que los personajes sean un animal y de un sexo distinto. La falta de color hace destacar lo feo que es el hilo negro representando el problema y estas magníficas imágenes acompañadas de un texto breve y sencillo a la par que abierto nos ayudan a identificarnos. Cualquiera es capaz de imaginarse un momento de la vida en el que a sido Pit o Pot, la pregunta es ¿hemos resuelto el problema así de bien?
Lo llevaría al aula a partir de 3 años, aunque necesitaría alguna explicación. Lo mejor sería ir preguntándole a los niños que pasa y que es ese enredo negro que aparece en el dibujo, fomentando así su capacidad de comprender el texto e interpretar las imágenes. No creo que fuese necesaria la presencia de conflictos en el aula, pues técnicas para afrontar y resolver conflictos es algo de lo que mucho adultos carecemos, cómo no van a necesitarlas los niños.
Carrier, I. (2012). Un poco de mal humor. Barcelona: Editorial Juventud
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